San Lucas es considerado el primer archivero e historiador de la Iglesia, principalmente por la redacción de los Hechos de los Apóstoles, donde narra el inicio de la primera comunidad cristiana. En su Evangelio nos transmite la encarnación del Hijo de Dios gracias al «SÍ» de María.
María de la Pasión ha designado a los evangelistas, pero en particular a San Lucas, como patrón de las archivistas y de todas aquellas que transmiten la historia del Instituto. Ella misma fue archivista e historiadora, principalmente a través de«Mémoires inédites». Recomienda a las archivistas e historiadoras amar, al igual que los evangelistas, la Palabra de Dios y realizar su trabajo para conservar todos los eventos que pueden ser útiles al Instituto.
Recordar
El trabajo de las archivistas e historiadoras también es un trabajo oculto que destaca no quién escribe, sino lo que se escribe. Ellas son la «memoria» del Instituto, aquellas que nos permiten remontarnos a las raíces de nuestra existencia como fmm para expresar desde nuestro corazón la alabanza y la gratitud al Señor.
Orar
Surge entonces nuestra oración espontánea por estas hermanas nuestras que, en el silencio y el ocultamiento, mantienen viva la herencia del Instituto y colaboran para aumentar su vitalidad y rendir alabanza al Señor por sus gracias y su protección constante.
