Mi trayectoria en el Instituto ha sido creativa

Mi trayectoria en el Instituto ha sido creativa… ¿Por qué digo esto? Porque cuando miro hacia atrás, los años, pasados, veo que ha habido crecimiento, poda, desprendimiento, sufrimiento, NUEVA VIDA, alegría, amor y fidelidad

El plan de Dios para mí se ha ido desplegando progresivamente ante mis ojos, y como una lámpara que guía, siempre me ha mostrado el camino por donde encontrar destellos de esperanza, de amor, de felicidad, iluminando cada día… Sí, la cuestión es dejarse guiar para que Dios nos guíe…

El Instituto nos pide continuamente cuestionarnos a nosotras mismas, buscar y redescubrir cómo ser relevantes en nuestra «forma de ser», en nuestros ministerios y en este mundo cambiante. Ver cómo nos relacionamos con el «Rostro humano de CRISTO»…

El proceso de TRANSFORMACIÓN requiere CONFIANZA. Françoise y su Consejo, junto con las líderes del Instituto, han hecho un recorrido a base de preguntas, conversaciones y escucha generativa, que las ha llevado a muchos descubrimientos. Una pregunta importante ha sido: ¿Qué tenemos que dejar atrás para que surja algo nuevo? ¿Funcionará? ¿Y si no funciona?

Durante este tiempo de discernimiento, el Espíritu Santo y María de la Pasión han guiado a nuestras hermanas para tomar decisiones y cambios adecuados a las necesidades del mundo actual.

En diciembre de 2018, en nuestra Asamblea de Umzinto, la Hna. Lindiwe, nuestra Provincial, nos transmitió todo lo ocurrido en el CGA de octubre de 2018. Compartió con nosotras el proceso de transformación que acababa de iniciarse en el Instituto. ¿Qué significó esto y qué palabras vinieron a mi mente: «¿A dónde me llevas Señor, en esta etapa de mi vida, a los setenta y dos años?» Nunca se es demasiado mayor para aprender y para moverse…

La oí utilizar palabras que me dieron que pensar: esquemas mentales, Regiones, colaboración, estructuras, etc. Fue entonces cuando la Hna. Lindiwe nos explicó que íbamos a formar una Región con Mozambique, Reunión y Mauricio, Madagascar, y más tarde oímos hablar de Angola. Recordé que, en los años 60, cuando entré, éramos una provincia con estos países… ¡Hice mi noviciado en Mozambique! ¡Vaya! La historia se repite. Estoy siendo llamada a una RENOVACIÓN.

A lo largo de los meses, nuestras conversaciones giraron en torno a estas palabras y mis esquemas mentales se tambalearon: “Pensar como Instituto”

La formación se llevó a cabo a diferentes niveles, todas conversamos, nos escuchamos en comunidad y nos unimos a diferentes grupos para la formación continua.

Y entonces, la pandemia del Covid 19 golpeó al mundo. En abril de 2020, llegó una carta de la Hna. Françoise – Juan 3:8 «El viento sopla donde quiere…»

Para mí esta carta fue una inspiración, su reflexión y la del Consejo fue guiada por el Espíritu… Sus preguntas «¿Dónde estamos?» «¿Dónde estamos ahora?» «Nos dijo que el mundo nunca volvería a ser “normal… “ Esto me hizo reflexionar más profundamente sobre mi forma de vida, y sobre el Instituto; me hizo mirar al futuro con apertura al CAMBIO, a salir de los “caminos trillados”, me animó a hacer un uso constructivo de mi tiempo durante este momento crucial. La oración, personal y comunitaria, fue muy importante para mantenernos unidas.

La Asamblea Provincial de agosto, bien preparada por la Hna. Lindiwe y su consejo, nos dio la oportunidad de hablar y de escucharnos unas a otras, de decirnos en qué punto estábamos en nuestro camino de transformación.

Para mí, asumir la responsabilidad como miembro de la comunidad es muy importante. La comunidad está en el corazón de mi vocación fmm, fortalecida por la Eucaristía y la oración personal y comunitaria.

En la posada del buen samaritano (Lucas 10:25-37) éramos un grupo pequeño. Me llamó mucho la atención lo variado y profundo del intercambio. Fue estupendo ver que cada una de nosotras sigue el mismo programa, pero que nuestras experiencias se enriquecen mutuamente.

Pido al Señor que me siga ayudando a dejarme transformar sean cuales sean las exigencias, y le pido especialmente el don de la humildad. El viaje no ha terminado, sólo está comenzando, cada paso requiere morir un poco para dar nueva vida a otros.

Que Dios nos bendiga mientras continuamos con el proceso de transformarnos  en  Regiones.

 

Sr Marcelle Chatty fmm