Continuamos nuestro camino de conexión con el contexto viendo el mundo desde el punto de vista de la Santísima Trinidad. Observamos lo que la Trinidad vio al contemplar el mundo en el momento de la encarnación de Jesús.
Entre métodos animados y creativos de compartir, vimos lo que la Trinidad vería hoy en nuestro mundo. Pintamos el contexto (literalmente) tal y como lo vivió el cuerpo. Nuestra pintura fue el fruto de escucha de historias conmovedoras, experiencias dolorosas, situaciones políticas, sociales y religiosas desafiantes, como también la disparidad económica, la realidad de la violencia, la guerra, la pandemia, la migración y los conflictos que experimenta el cuerpo.
Escuchamos el grito del sufrimiento. ¿Cómo nos interpela este grito de la humanidad sufriente? Percibimos un lento movimiento desde el nivel del pensamiento y del sentimiento hacia una capacidad de respuesta más profunda. Continuamos nuestro camino individual y como cuerpo tratando de comprender mejor las evoluciones aún por venir.
