Nos reunimos en el cenáculo invocando al Espíritu Santo para fortalecer nuestros corazones mientras orábamos la oración de un/a líder.
Hoy nos hemos reunido por regiones para aclarar el rol del futuro Consejo General en el órgano emergente. Aunque se dice que «el futuro no existe», sin embargo, reconocimos las semillas del futuro que ya brotan en todas las partes del cuerpo desde 2018. Reconocimos el acompañamiento brindado por el Consejo General para la transformación y la formación de regiones
La última sesión fue muy creativa, y representó vívidamente nuestro paso de ser provincias individuales a formar regiones. El gesto de movernos juntas para unir las manos como un solo cuerpo manteniendo el Espíritu Santo en el centro fue muy simbólico.
Luego, todas las capitulares expresaron su profunda gratitud en tantos idiomas como fue posible a la Hermana Françoise y al Consejo General por asumir la responsabilidad de la gran familia FMM en tiempos políticos, económicos, sociales y de pandemia problemáticos.
Terminamos el día bendiciéndonos mutuamente.
