En este día, 31 de mayo, conmemoramos una ocasión trascendental en la historia de nuestro Instituto. El 31 de mayo de 1896, que también fue la fiesta de la Santísima Trinidad ese año, nuestra comunidad se reunió cuando la Madre María de la Pasión leyó solemnemente el pacto inviolable del Instituto con la Santísima Virgen.
En profunda gratitud por las gracias recientemente concedidas a las Misioneras Franciscanas de María, María Inmaculada fue elegida como la verdadera Superiora General del Instituto. El texto de esta profunda consagración fue firmado por la Madre María de la Pasión con su propia sangre, un testimonio de su devoción inquebrantable.
Recordemos y honremos este día sagrado, celebrando el espíritu perdurable y la dedicación de nuestra Madre Fundadora.
