Introducción: La región SVP está compuesta por Sri Lanka, Vietnam y Filipinas. El 6 de enero de 2023, la provincia de Vietnam celebró el 90 aniversario de la presencia de las FMM. Representantes de Sri Lanka y Filipinas fueron invitadas a la celebración. Aquí están las reflexiones de nuestras 3 representantes – Sor Angelita Santos, Sor Olivia Villanueva y Sor Concepcion Jomen.
Nuestra amada fundadora, Marie de la Passion, dijo una vez: «Solo tenemos un país. Todo el mundo es nuestra patria». Cuando asistimos a la celebración del 90 aniversario de la fundación de la provincia de Vietnam el 6 de enero de 2023 y tuvimos la oportunidad de visitar casi todas las comunidades allí, las palabras de Marie de la Passion no podrían haber resonado mejor para nosotras, las tres hermanas de la provincia de Filipinas. Qué experiencia de gracia fue para nosotras representar a nuestra provincia en ausencia de nuestra superiora provincial, Sor Marilen Oliva, quien no pudo asistir a la celebración debido a la profesión perpetua de Sor Labelle Bucol, que tuvo lugar el mismo día. Al reflexionar sobre nuestro viaje a Vietnam, no puedo evitar recordar lo que el autor dijo en 1 Juan 1:1 «Aquello que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con nuestras propias manos del Verbo de vida…». La experiencia de pasar de una comunidad a otra, de conocer a las hermanas y las personas a las que sirven y hacer un breve recorrido por su misión particular, dio vida a lo que solo habíamos visto en la pantalla de una computadora en presentaciones de PowerPoint durante reuniones por zoom mientras nos dirigíamos hacia la región SVP en nuestro camino de transformación como instituto. Gracias a este viaje, me di cuenta de que mis ideas preconcebidas sobre Vietnam como país y como provincia resultaron ser representaciones inexactas de la situación real allí. Durante esos once días en enero, compartimos la vida de las hermanas cuya hospitalidad amorosa y cálida no tenía límites. Oramos con ellas en vietnamita e inglés. Agradecemos a las hermanas que tradujeron al inglés los sermones y otros anuncios en las comunidades que hablaban en su propio idioma. Una vez, gracias al conductor del taxi, nuestros oídos fueron deleitados con hermosa música vietnamita, sin saber que estábamos escuchando canciones de amor que hablaban de triunfos y de penas. Por supuesto, comimos alimentos saludables en las comunidades, ya que la mesa siempre está llena de verduras verdes, carne o pescado, frutas, fideos y una variedad de salsas y condimentos. El arroz es el alimento básico como en nuestro país de origen. Nuestro viaje fue enriquecido por la presencia de tres hermanas de Sri Lanka, Sor Elsie Rodrigo, la superiora provincial, Sor Thushari Fernando y Sor Sahila Fernando. Las hermanas Kim Anh, Ngoc Bich, Agata Lien, Ngoc Lan y Thuy Dung de la provincia de Vietnam tomaron el papel de nuestra compañera de viaje de manera rotativa. Así que dondequiera que fuéramos, viajábamos como SVP. Estoy profundamente agradecida con Sor Marilen y el Consejo provincial por elegirnos para enviarnos a Vietnam. El viaje quedará grabado para siempre en mi memoria y en mi corazón, porque atesoro el tiempo que pasamos con las hermanas, los leprosos, las niñas y los adultos de diferentes tribus, los estudiantes de kindergarten, los pacientes y los voluntarios en las clínicas y los jóvenes estudiantes ciegos. Los escuchamos, vimos, contemplamos y tocamos, porque todos nos transmitieron que la Palabra de Vida está viva en ellos, en cada lugar donde el rostro compasivo de Dios está presente en nuestro mundo sufriente.
Sor Angelita Santos, FMM
«Un año más» de Lucas (Lc 13:8) es, de hecho, una hermosa imagen de la preparación para la regionalización que tendrá lugar en nuestra Institución. Como se indicó en la introducción de la carta de la hermana Eufemia, esta preparación está acompañada de todas las emociones y esperanzas de lo que será el mañana. Tuve la oportunidad de asistir a la celebración del 90 aniversario de la presencia de las FMM en la provincia de Vietnam, una ocasión para sentir las emociones de decir lentamente adiós a la provincia y dar la bienvenida a la Región. También es una oportunidad para conocer mejor a los miembros de nuestra región de Sri Lanka, Vietnam y Filipinas, ya que entre los invitados a esta celebración estaban Sor Elsie Rodrigo, la actual superiora provincial de Sri Lanka, así como Sor Tushari Fernando y Sor Sahila Fernando. Durante una visita de diez días a 12 comunidades en Vietnam, muchas cosas se aclararon en mis pensamientos, sentimientos y perspectivas sobre cómo abordar esta nueva fase del Instituto. Cuando se introdujo el concepto de regionalización, tenía muchas dudas, la pregunta «¿Cómo?» sigue en mi mente y esta oportunidad de alguna manera facilitó la aclaración de esas preguntas. Todavía hay preguntas, pero probablemente ya no sean importantes, lo único claro que esta oportunidad ha traído es la confianza en la capacidad de cada miembro de la región para continuar la misión que comenzó Madre Pasión. Un encuentro significativo que vi durante mi viaje a Vietnam es la generosidad de las personas afectadas de alguna manera y bendecidas por la presencia de las FMM durante 90 años. Este encuentro es una garantía para mí de que pase lo que pase, la gracia abunda y la generosidad de Dios nunca será superada. Este viaje a Vietnam también da vida al documento que la joven generación de la región discutió varias veces durante las reuniones por zoom. «Un año más» pronto terminará, pero ahora estoy de pie con los brazos abiertos, para recibir la esperanza, la alegría y los desafíos que traerá esta regionalización.
Sor Olivia Villanueva, FMM
La gratitud es la canción que late en mi corazón cuando recuerdo nuestra visita a Vietnam con nuestras hermanas de Sri Lanka. Fue mi primera vez en un país extranjero. Finalmente conocimos a las hermanas con las que hemos trabajado, hablado y compartido en reuniones por zoom durante los últimos dos años. Vi con mis propios ojos a las hermanas de diferentes edades y comunidades en la misión. Celebrar su memorable evento de 90 años fue un privilegio dado por Dios y mis hermanas, para renovar mi compromiso y mi «Fiat» con la vida que prometí vivir hasta mi muerte. Alabé a Dios por lo que ha hecho en la provincia de Vietnam. Las hermanas han continuado valientemente la misión y, por su gracia, han ayudado a muchas personas necesitadas. Puedo dar fe de muchas posibilidades si permitimos que Dios nos guíe hacia la regionalización. Nuestras preocupaciones y temores nos impedirían descubrir más sorpresas por venir. Sigamos y estemos abiertas a donde Dios nos guíe, como dijo Marie de la Passion. Podemos confiar en las fortalezas de cada una y aceptar nuestras vulnerabilidades. Juntas, podemos decir «Fiat» como lo hizo María. Abramos espacio para que el Espíritu Santo recreé nuestro Instituto y nos encontremos con Jesús junto a los demás.
Sor Concepcion Jomen, FMM
