EL CARISMA… UN CAMINO…

El carisma es un camino de una vida feliz, sólo que no todos lo entienden y lo encuentran. Nuestro carisma franciscanas misioneras de Maria me ha permitido encontrar la fuente de mi vida, y más que eso, lo sigo encontrando en mí misma, porque Dios pone ese carisma en cada corazón como un tesoro escondido. La Adoración del Santísimo Sacramento, esa Presencia viva de Jesús, siempre me da fuerzas en cada nuevo lugar donde su Providencia me envía. Todas estas experiencias han ido siempre acompañadas de la alegría de ser enviada y de la curiosidad por descubrir nuevos lugares, culturas, gentes, etc.

Desde hace casi dos años vivo en la nueva Provincia Bolivia – Chile, experimentando riqueza y pobreza de nuevas realidades, culturas y mentalidades. Gracias a todo esto, la perla del carisma se va puliendo, se va haciendo más bella… Puedo decir también que el carisma es como una semilla que cae en buena tierra. Primero debe morir y luego brotar. Por eso me duele cuando la semilla que está dentro de mí, empieza a crecer y se hincha, se desgarra y luego brota, pero gracias a eso la vida tiene sentido. Esta semilla debe dar nueva vida, debe compartirse, este tesoro no puede guardarse para uno mismo, debe darse a los que tienen hambre…Nuestra fundadora la beata María de la Pasión nos impulsa para esto.

El 15 de noviembre, en la fiesta de su nacimiento para el cielo, organizamos un encuentro con los jóvenes de nuestra parroquia, amigos y conocidos y los que quisieron venir a escuchar.  ¨Siempre te amaré más de lo que tú me amas ̈ estas palabras de María de la Pasión, sirvieron de lema para este encuentro. Conociendo la vida de esta bendita mujer apasionada por la vida, buscamos respuestas a nuestras preguntas: ¿qué es lo que vale la pena amar?, ¿cuál es mi imagen de Dios?, y ¿cuáles son mis sueños hoy? Luego, con estas preguntas, nos dirigimos a Jesús en el silencio de la adoración para escuchar lo que Él nos dice, y después en la alegría, llenos de Espíritu Santo, celebramos juntos un cumpleaños de Maria de la Pasión.

Festejamos con una deliciosa torta y un jugo dulce de mango que teníamos en abundancia. No faltaban los bailes con música latinoamericana, porque la cultura local no se queda quieta. Ha sido hermoso compartir la vida con todos los presentes y confío en que Él haya sembrado la semilla del carisma y le de crecimiento. Los servidores hemos hecho lo que debíamos hacer, porque la luz de la lámpara no se puede esconder. Que el deseo de la Fundadora de expandir el mundo con el fuego del amor a través del Espíritu Santo se cumpla en todos los rincones de esta tierra, de este país, en esta parroquia y en esta comunidad. Pues solamente es necesario pequeñas llamas, alimentadas por el don del amor, para encender un gran fuego que encienda toda la tierra. Que la Fundadora y todas nuestras hermanas que nos han precedido en este camino intercedan por nosotras.  Que el buen Dios sea glorificado con todas las cosas que hacemos, porque Él siempre nos ama más.

Elzbiet za Dabrowska, fmm