Las Franciscanas Misioneras de María y las Jornadas Mundiales de la Juventud Lisboa 2023

En el umbral de entrada a las Regiones, los desafíos del Capítulo General del 2022 (con sus ejes orientadores: Carisma, Misión, Interculturalidad y Roles de Líderes y de Miembros), encontraron una oportunidad única para encarnar cada una de estas dimensiones, de una forma muy concreta y hermosa, a través de las fuertes e intensas vivencias de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que tuvieron lugar del  1 al 6 de agosto, en Lisboa. Fueron unas JMJ en las que estuvieron  presentes  jóvenes, de todo el mundo  junto con miembros de sus iglesias   locales, encarnando en este entorno  las llamadas que nos hace  el Sínodo que  se esta celebrando actualmente.

 

Fue un tiempo de gracia y de profunda alegría, un anuncio de la Jerusalén celestial, ya que personas de todas las lenguas y naciones acudieron en masa a una ciudad donde se reunieron en el Espíritu del Señor. Entre el millón y medio de peregrinos había muchas hermanas  FMM de Inglaterra, Irlanda, Escocia, Corea del Sur, Senegal, Madagascar, Sri Lanka, Mozambique, España, Francia, Sudáfrica, Polonia, Portugal, Myanmar, Vietnam, Canadá, Hong Kong, Filipinas, Kenia, Italia y otros países. Al igual que María e Isabel, se regocijaron en su encuentro con Dios, durante estos días, el Magnificat fue proclamado sin cesar, de muchas maneras y en muchas lenguas. Como ha dicho el Papa Francisco: « La alegría es misionera »

Nuestras comunidades de Lisboa y alrededores,  abrieron sus puertas para acoger a 387 peregrinos, y nuestra capilla acogió a otros 300 jóvenes cada día para la catequesis «Levántate». Por no hablar de todos los que llamaron a nuestra puerta y se quedaron a lo largo del día, para alojarse, por motivos de salud o simplemente para cambiarse de ropa y dejar su equipaje en un lugar seguro. El mundo pasó por nuestros pasillos, salones y refectorios y salimos con él a celebrar la fraternidad y la fe. Como insiste el Papa Francisco sobre nuestros vecinos: «Todos, todos, todos». Además de esto, 1600 jóvenes fueron acogidos en nuestra parroquia local bajo la (co)responsabilidad de las hermanas FMM implicadas en la pastoral, y muchos otros jóvenes fueron acogidos durante las prejornadas diocesanas en nuestra comunidad de Nossa Senhora de Fátima (Vila de Rei). Una de nuestras hermanas, consejera provincial, estando al final de su vida, pidió la gracia de estar presente y participó en las vigilias de acogida y oración con los jóvenes, entrando en la Casa del Padre, en el cielo, pocos días después.

Uno de los testimonios más conmovedores fue no sólo la alegría del encuentro, sino la alegría del encuentro en la fatiga de las horas de espera, (colas para todo) caminatas interminables, calor abrasador, a veces sed y hambre… Una hermana FMM dijo: «Tantos rostros cansados, agotados, caminando pacientemente bajo el calor del sol mientras recibíamos la comida para mantener la  energía para el día siguiente.  Pero a pesar del cansancio, el espíritu estaba vivo en todas nosotras, nadie se atrevía a quejarse, porque todas sabíamos que estábamos en el mismo barco y que todas queríamos llegar a nuestro querido destino. El sentimiento fue inexplicable cuando llegamos al Campo da Graça (Campo de Gracia), lo sentí como tierra sagrada. Era efectivamente  una especie de Tierra Prometida. Después de una larga caminata, al atardecer nos reconfortó la presencia del Papa, sus palabras de sabiduría y aliento, y sobre todo la exposición del Santísimo Sacramento. Las palabras del Papa fueron como un bálsamo que lentamente curó los dolores de nuestros cuerpos y lentamente llenó nuestros corazones de algo bueno».

Hubo muchos otros lugares y momentos destacados, como el Vía Crucis, la caseta de las vocaciones y las mismas calles en las que nos cruzábamos cada día. La caseta de las vocaciones superó con creces nuestras expectativas, poniendo a prueba nuestra resistencia física y emocional, dada la abundancia de jóvenes que nos visitaban continuamente. Fue una gran alegria poder presentar a los jóvenes un rostro  FMM de la unidad en la diversidad multicultural, con tantas lenguas, colores y manifestaciones. Sin duda Maria de la Pasión se alegro mucho de vernos.

En estos tiempos tan convulsos para el mundo, este pedacito de tierra ha sido un lugar de profecía escrita por el Espíritu en los corazones de sus hijos e hijas. Una hermana   FMM dijo: «Él sigue llamando a almas jóvenes de un modo especial para que sean sus testigos y lleven su inmensa misericordia y amor. Y nosotras, las FMM, tenemos la responsabilidad de facilitar este descubrimiento». De hecho, el Papa nos invitó: «Frente a la oscuridad del mundo y el miedo al fracaso, escuchar  las palabras de Jesús es el secreto de la Vida». Al final, otra  hermana FMM exclamó: « Toda mi experiencia me dice que hay esperanza en la Iglesia, tengamos fe en ella ». El testimonio del Evangelio continúa. Dios está preparando almas bellas para continuar este legado. Mantengamos la fe y creamos que existe un futuro mejor».

 

Que el Espíritu de Dios -que reunió a miles de peregrinos de los cuatro rincones del mundo- nos aliente (mientras nos preparamos para pisar la nueva tierra sagrada que Dios nos ha dado, las Regiones) y que, nosotras  todas,  perseveremos en la fe y la esperanza en Jesús, nuestro Salvador, haciendo fructificar lo que Dios ha sembrado en nuestros corazones.

Isabel Balbino, fmm